Jalisco aporta platillos que han logrado un reconocimiento dentro de la
gastronomía nacional e internacional, algunos de los platillos más famosos y
gustados del estado son:
Comida.- Gorditas y sopes de maíz en todo el estado; enchiladas de mole
en todo el estado; borrego al pastor de Tapalpa; birria de Cocula; menudo y
pozole en todo el estado; birria de chivo de Ciudad Guzmán; charales en la
ribera de Chapala; tortas ahogadas de Guadalajara; tamales en todo el estado.
Bebidas.- La raicilla de la región de la costa; ponches de frutas en todo el
estado; tequila del centro del estado y de la región de los altos; la tuba de
Autlán de Navarro; mezcal en todo el estado; tepache en todo el estado;
aguamiel en todo el estado; las "cazuelas" de Ocotlán y La Barca;
atoles en todo el país; rompopes de Sayula y Tapalpa; tejuino de la región
centro; pajaretes en todo el estado.
Dulce típicos.- Los dulces de leche de Chapala y la región de los altos;Las cocadas
de la región costa; cajetas de leche quemada de Sayula; rollos de guayaba de
Atenguillo y Mascota; palanquetas de nuez de Ciudad Guzmán; queso de tuna de
Ojuelos de Jalisco; mangos y ciruelas en almíbar de San Cristobal de la
Barranca; alfajor de San Juan de los Lagos; cajeta de membrillo de Ixtlahuacán
de los Membrillos y Valle de Guadalupe; dulces de tamarindo de la región costa;
buñuelos de Guadalajara y la zona de los altos.La cultura de Guadalajara está
ligada a su comida. Todos sus platillos forman parte de los hábitos cotidianos
de los tapatíos y se han extendido por toda la república. Las raíces de esta
comida son tan antiguas que muchas vienen desde los tiempos precolombinos y
otras, de ultramar, traídas por los españoles. De esta manera, la comida típica
de Guadalajara es una comida mestiza o fusión de dos culturas.
Así pues, si nos vamos a la historia, en la
Guadalajara de Indias ya aparecían los fogones, metates y los petriles. Con el
pasar del tiempo aparecieron mesas largas de donde se derivaron los comedores
mismos que aparecieron a finales del siglo XVII y se comía en la cocina.
También en el siglo XVI empezó a fundirse la cocina española con la local.
Ambas, obviamente, eran muy diferentes. Los españoles comenzaron a descubrir la
cocina local acudiendo a los tianguis comenzando a convivir con los indígenas.
Y, por su parte, los indígenas se fueron acostumbrando a la comida peninsular
al trabajar con los españoles o criollos quienes traían productos de España,
mismos que se fueron fusionando con los que se producían en estas tierras,
naciendo el mestizaje gastronómico.
Algunos de los alimentos indígenas eran el
guajolote, el venado, palomo, codornices, liebres, gallinas de la tierra, el
maíz, frutas y el cacao, que lo transformaban en una bebida llamada chocolate
amenizado con maíz tostado y molido, miel y se bebía con mucha espuma. Mientras
que los alimentos españoles eran la res, el cerdo, el arroz, el garbanzo, etc..
Ahora bien, en la gastronomía de la
Guadalajara de hoy la torta ahogada es casi un emblema gastronómico de la
ciudad principalmente ya que el "birote" (pan)
salado no se elabora en ninguna otra parte, ni de México ni del mundo. Esto es
debido a la altitud, temperatura, humedad, presión atmosférica y clima de
Guadalajara. De esta manera el mérito pareciera llevárselo el pan de
Guadalajara, cuya diferencia con el pan de otras ciudades y países, es notoria.
Lo que es una realidad es que si realmente
alguien quiere probar la verdadera comida de Guadalajara tendría que ir a un
mercado local: el mercado de San Juan de Dios, o el mercado Corona.
En México, y en este caso en Guadalajara, un
mercado vende frutas y verduras frescas, pero también tiene puestos donde se
puede encontrar lo más típico de nuestra comida. Contemplar los colores del
mercado, ver cabezas de puerco en los puestos, nopales, sentirse envuelto por
el seductor olor de cebollas y chiles secos, y verse rodeado de costales de
arroz y frijoles, es una sensación única y un sueño de un gourmet.
Los puestos de comida están en una sección
especial del mercado. Cada puesto generalmente consiste en un local con una
parrilla grande que nos da un rico olor vaporoso de cebollitas y tiras de carne
cocinándose. Además no pueden faltar una colorida selección de refrescos
embotellados o aguas frescas, jugos o licuados. Cada puesto tiene su
especialidad. Y si el mercado no es lo tuyo, también puedes elegir la opción de
ir a un restaurante y encontrar los mismos platillos de tal forma que,
independientemente de tu antojo o tu gusto, en Guadalajara hay de todo para
satisfacer a todos.
Jalisco es un estado con abundante gastronomía
con muchos platillos que aquí nacen. Ahora bien, hay algunos platillos
distintivos de la cocina jalisciense que han llegado a ser emblemáticos de esta
región del país.
El número uno de los platillos es, sin duda,
la torta ahogada. La torta es un platillo conocido en todo México y que
consiste en un bolillo partido a la mitad y al que se le puede poner de todo:
jamón, huevos, chorizo, carne, y generalmente se le pone jitomate, frijoles y,
desde luego, chiles jalapeños. En Guadalajara las tortas se "ahogan"
en una salsa roja picante y llevan cebollas rebanadas. Las "ahogadas"
se sirven en platos soperos ya que éstos se llenan de salsa. Además, algo muy
distintivo es que se usa un pan único que se llama "birote", un poco
más salado y duro que el bolillo tradicional. La Torta Ahogada se rellena con
carnitas. Y algo interesante es que la torta se sirve con una cuchara para
luego poder "sopear" la salsa y lo que queda de pan y carne.
Guadalajara también tiene su propio Pozole, el
Tapatío. El pozole es un caldo con granos de maíz que se sirve rojo, blanco o
verde. El pozole de Jalisco puede ser rojo o blanco, e incluye carne de puerco
o pollo y se le puede añadir lechuga, cebolla, rábanos, sal, limón, aguacate,
queso y orégano.
Además Guadalajara tiene Birria que es otro
platillo también muy tapatío y está, generalmente, hecho de carne de chivo y se
baña en una salsa de chiles y especias, luego se envuelve en hojas de maguey y
se coloca en recipientes de barro que sirven para depositar el platillo en un
hoyo, bajo la tierra, donde se cocina sobre piedras calientes durante unas 4 ó
5 horas. La Birria se puede comer en tacos, deshebrada y acompañada por alguna
salsa, o en el rico caldo que resulta de su cocimiento.
Otro platillo de Guadalajara es la Carne en su
Jugo. Es como un consomé que se sirve con frijoles, pedazos de res y se
enriquece con el algunos trocitos de tocino, cebolla picada, cilantro, sal y
limón.
Y de postre, o de "dulce" (como se
le llama al postre) Guadalajara tiene la Jericalla. Cuenta la historia que
había una monja española que trabajaba en un orfanato de Guadalajara donde
había muchos niños desnutridos y para que se alimentaran mejor, con más
proteínas y nutrientes, la monja inventó una especie de flan usando leche,
huevos, azúcar y canela. Pero un día la monja dejó su preparación, sin querer,
más tiempo en el horno y se le quemó levemente, pero al probarlo se llevó la
sorpresa de que el postre sabía aún más rico y resultó ser unéxito ya que le
encantó a los niños. De esa manera pronto se empezó a servir por todo
Guadalajara y por todo Jalisco. Así pues este rico flan fue bautizado como
"Jericalla" por la región de Jérica, España, de donde provenía la
monja que la inventó.
La gastronomía de la Guadalajara del SXXI se
ha unido a la gastronomía mundial. Y hoy en día, en Guadalajara, se puede
encontrar todo tipo de comida de los lugares más remotos del mundo en una gran
cantidad de restaurantes de alto nivel.
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